¿A qué nos referimos cuando hablamos de la Carpetania?
El territorio que los autores clásicos definieron como Carpetania se encuentra en el centro de la península, abarcando territorios de Madrid, Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara. Aunque desconocemos el significado de su nombre, o siquiera si los nativos se denominaban a sí mismos de este modo, algunos autores señalan a la raíz púnica kardt-p, escarpe, la cual sería adaptada por los griegos y romanos hasta obtener el término carpetanos, «los que habitan los escarpes».
Su estratégica posición central hizo de la Carpetania una encrucijada comercial y cultural con los pueblos vecinos, como quedará atestiguado en época romana por el importante número de calzadas que atraviesan su territorio. A diferencia de otros pueblos meseteños, los carpetanos tenían como principal actividad económica la agricultura, seguida por la ganadería y diferentes artesanías. Asimismo destaca la acuñación de moneda en algunos de sus principales oppida como Toletum, Ikenaskon Konbouto (Complutum) o Konterbia Karbica (Contrebia Cárbica)
¿En qué época vivieron?
Los carpetanos tienen su origen en torno al siglo VI a.C, si bien hunden sus raíces en las poblaciones del Bronce Final que poblaban la región. Este pueblo de ascendencia indoeuropea vivió un proceso a partir del siglo VI por el cual se irían estableciendo poblaciones de mayor tamaño como castros y oppida, sin embargo, la mayoría de carpetanos seguirían viviendo en el campo en pequeñas aldeas y caseríos.
En el año 220, Aníbal Barca atravesará la Carpetania para lanzar expediciones punitivas a sus vecinos por motivos que, a día de hoy, no ponen de acuerdo a los historiadores. Quizá pretendía obtener botín o simplemente entrenar a sus tropas de cara a la futura invasión de Italia. Fuera cuales fueran sus motivos, esto le llevó al inevitable enfrentamiento con los carpetanos, quienes sufrieron una amarga derrota a orillas del río Tajo.
Años después, a comienzos del siglo II, los romanos entrarían en la Carpetania durante su expansión hacia la meseta. Fueron varios los enfrentamientos hasta que, finalmente, en el 179, se acordó un tratado de amictitia con Roma. Dentro de la órbita de influencia romana, la Carpetania aún sufriría el revés de las guerras civiles enfrentando a Sertorio y Metelo en sus tierras.
Finalmente, para el inicio de la nueva era, buena parte de las poblaciones carpetanas habían sido abandonadas, trasladadas a nuevos emplazamientos o romanizadas.
¿Qué nos dicen las fuentes de ellos?
Los carpetanos son mencionados más de veinte veces en las fuentes clásicas grecolatinas por parte de autores como Polibio, Tito Livio, Apiano o Plinio. La primera vez que aparecen es a causa de su participación en la Segunda Guerra Púnica. Tanto Polibio como Tito Livio hablan de la Batalla del Tajo en la que los carpetanos, coaligados con otros pueblos, se enfrentaron contra los ejércitos de Aníbal.
Gracias a las fuentes sabemos que, al contrario de lo que se suele creer, los carpetanos eran un pueblo que no temía enfrentarse a sus enemigos y que contaban con un gran poder de convocatoria. Solo hay que ver que Aníbal hubo de enfrentar a 10.000 carpetanos a orillas del Tajo y, posteriormente, incluyó un contingente de carpetanos en su ejército.
También podemos conocer a algunos de sus líderes como es el rex Hilerno, elegido para liderar una coalición de carpetanos, celtíberos, vacceos y oretanos.
Aunque constantemente vemos a los carpetanos acosados por otros pueblos como cartagineses, romanos o lusitanos, siempre se defendieron y opusieron resistencia tal y como vemos en la fuentes. Participaron en los juegos de diplomacia y demostraron su influencia.
¿Qué relación tuvieron con otros pueblos?
La situación céntrica de la Carpetania permitió que se establecieran importantes lazos comerciales y alianzas con los pueblos de su alrededor. Los vacceos al norte, vettones al oeste, oretanos al sur, así como olcades y celtíberos al este eran los vecinos que rodeaban a los carpetanos.
Las evidencias arqueológicas, especialmente a través de la cerámica, reflejan la vivacidad de las rutas comerciales con otros pueblos. La presencia de cerámica vaccea evidencia contactos con la Meseta Norte, mientras que la cerámica de tipo ibérica y ática con el mundo íbero oretano, más meridional. Por otra parte, el hallazgo de cuentas de vidrio, así como pesas y medidas, reflejan intercambios con los cartagineses.
Sin embargo, estas relaciones no quedaban relegadas únicamente al ámbito económico. En los diferentes conflictos con romanos y cartagineses se pone a prueba su capacidad de convocatoria y la fortaleza de lo vínculos con sus vecinos. Frente a Aníbal, los carpetanos acaudillan una coalición de olcades, vettones y vacceos, quienes acuden como auxiliares. Y no sería esta la última vez.
La relación con los cartagineses debió de ser tensa tras su sometimiento tras la Batalla del Tajo, pues tomaron como rehenes a los reclutadores cartagineses, debiendo intervenir Aníbal en persona. Asimismo, el contingente de 3.000 carpetanos se negó a atravesar los Pirineos con el ejército que se dirigía a Italia y, más adelante, algunos se sublevaron contra Asdrúbal.
La guerra contra los romanos concluyó en un acuerdo de amictitia, por el cual entraron a formar parte de su conglomerado de alianzas y pueblos tributarios. En este, los carpetanos se comprometieron a ayudar a Roma contra sus antiguos aliados dado que estos no acudieron en su auxilio. Desde entonces, los carpetanos serían aliados de Roma, algo que les convertiría en blanco de pueblos como los lusitanos y hubieron de sufrir los pillajes de Viriato. Asimismo, la Carpetania sería donde los romanos ubicaran sus cuarteles de invierno durante su guerra contra Numancia, y tenemos constancia de que los romanos atacaron a los vacceos en defensa de los carpetanos. Mas esta relación les empujó a tomar también partido en las guerras civiles romanas, pues en el conflicto entre Sertorio y Metello enfrentó a su vez a celtíberos y carpetanos, pues estos apoyaron firmemente al segundo.
Con el tiempo, la presencia romana terminaría por imponerse en la Carpetania. Mas, la importante red de calzadas que la atraviesan junto a los importantes asentamientos romanos levantados en antiguas poblaciones carpetanas evidencian que la romanización fue rápida. No podemos hablar pues de la desaparición de la Carpetania, sino de su adaptación a una nueva realidad hasta convertirse en una de las regiones más prósperas de la Hispania Romana.